miércoles, 6 de febrero de 2013

¡Reutiliza!: Salvamanteles hecho con corcho

    Si tenemos en casa tapones de corcho que no usamos o solemos tirarlos cuando abrimos una botella de vino, piensa que puedes darles una nueva utilidad y pasar una tarde entretenida haciendo tu propio salvamanteles. Éste es el salvamanteles que yo he hecho para mi casa y que da un toque de color en mi mesa:



MATERIALES:

- Para este trabajo manual necesitaremos tapones de corcho como el que vemos en la foto que encontraremos normalmente en botellas de vino, y utilizaremos tantos como queramos que sea de grande el salvamanteles.


- Una pistola de silicona caliente y un cúter es lo único que necesitamos como herramientas para este trabajo.


- (Opcional) Si queremos decorar el salvamanteles nos bastará con témpera y un pincel fino. Para medir el corte de los corchos también podemos utilizar una regla.

PASO A PASO:

- Lo primero que tenemos que hacer es cortar los tapones con el cúter. 
    En un primer momento los corté por la mitad para pegarlos unos junto a otros, pero al no tener ningún instrumento con el que sujetarlos para que quedaran fijados, se me despegaron todos. Entonces a un amigo se le ocurrió la idea que presento aquí y aunque ha requerido más elaboración, el resultado final en mi opinión es más vistoso y original. Se puede variar el grosor de los trozos y hacerlos más anchos, así no necesitaremos dedicarle tanto tiempo a este paso.
   Una vez aclarado esto, vemos en la imagen cómo he cortado el corcho. Lo ponemos en horizontal sobre una superficie por la que podamos pasar el cúter y lo cortamos en dos partes iguales. Cada mitad la cortamos en otros tres trozos:


   En este caso, yo lo he cortado a ojo sin medir nada y algunos han quedado un poco más anchos que otros, pero si queremos podemos guiarnos con una regla.

- A medida que he ido cortando cada mitad, he agrupado los trozos en tres montones. Así ya tendremos la misma cantidad en todos para formar cada "piso" de nuestro salvamanteles. También podemos ir enchufando la pistola de silicona, que necesitara unos minutos para calentar.


- Una vez está todo cortado, elegiremos uno de los montones para formar la primera capa y los colocaremos formando un círculo. No hace falta que queden todos los trozos pegados ni se ajusten perfectamente, ya que la segunda capa cubrirá esos huecos. Aquí le hemos dado forma circular, pero podemos hacerlo cuadrado o como se nos ocurra.


- Utilizaremos otro de los montones para hacer la segunda capa. Pegaremos cada pieza con la silicona caliente colocándolas en los huecos que quedaron en la base, como ya dijimos. Tenemos que hacerlo de manera que abarque al menos dos o tres trozos de la capa de abajo para que queden sujetas entre sí. Si vemos que no queda el soporte bien fijado, no pasa nada, aún nos queda una última capa que asegurará esto.


- Cuando veamos que la silicona está seca, levantamos el salvamanteles para comprobar que las dos capas están bien pegadas entre sí. Si vemos que alguna parte no quedó segura, la tenemos en cuenta para reforzarla cuando peguemos la tercera capa. Finalmente obtendremos este resultado:





- Nuestro salvamanteles podría quedar como vimos en la foto anterior, pero a mi me parecía muy "soso", así que decidí pintarlo con témpera y mucho color.
   Mi idea principal no era pintarlo, simplemente quería aprovechar los corchos que teníamos en casa. Por eso tuve algunos problemas a la hora de conseguir un bonito resultado, ya que primero pinté las piezas de fuera y se veían los huecos sin pintar de la capa de abajo. Entonces decidí intentar rellenarlos de color con un pincel muy fino, pero terminaba manchando lo que ya estaba pintado y este fue el resultado:


   Aunque en la foto no se aprecia tanto, si se fijan verán lo que les comenté, ¿un poco desastroso verdad? En la segunda capa de pintura ya conseguiremos que quedé mejor y que los colores se vean más vivos. 

- Primero pintamos los huecos que se ven y el corcho de las capas de abajo, la de arriba las dejaremos para el final. Nos fijamos de cubrir bien los huecos, ya que tampoco importa si manchamos un poco lo que teníamos pintado, ahora lo repasaremos. 
   Es aconsejable dejar secar esto para pintar la parte de arriba, ya que si la hemos manchado y la pintura está húmeda, se mezclará con la que utilicemos ahora para repasar. Incluso si pintando la capa de arriba manchamos lo que ya teníamos hecho y seco, será bastante sencillo quitarle la pintura con el mismo dedo, con la parte de atrás del pincel o con un poco de papel. Aquí pueden ver el resultado final con detalle:


 *La pintura la utilicé a modo de prueba, ya que no sabía si el calor de los recipientes la estropearía, pero por ahora lo hemos utilizado varias veces y no hemos tenido problema. Si decides utilizar otro material piensa en ese factor para que te asegures un mejor resultado.


   Como sé que todos/as no disponemos del mismo tiempo o paciencia para realizar esto, o puede que no les guste este modelo, les dejo otras ideas que he encontrado por internet: la primera tiene las piezas unidas con hilo de bastante resistencia y la segunda lleva una sujeción metálica. ¡muy originales!



  Espero que este tutorial sirva para plantearnos la reutilización de los elementos que nos rodean y que pasan desapercibidos a un contenedor de basura. 

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